jeudi 11 octobre 2012

Exilio “duro” busca controlar la opinión pública cubana en el exterior - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro

Exilio “duro” busca controlar la opinión pública cubana en el exterior - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro


Antes del triunfo de la Revolución, ser negro o comunista eran los peores insultos que se podían generar para invalidar el criterio de cualquier oponente político. Estas dos palabras contenían, sin ninguna necesidad de explicación, la mayor “malevolencia” en su contenido semántico. La gradación de “rojito” o “rosadito” no hacía más que delimitar el grado de distancia con “las fuerzas del mal” pero los referentes comunista y/o negro marcaban las diferencias entre los “amigos” y los “enemigos”. Una visión elitista de la clase media y alta que abandonó el país y que sufrió la confiscación de sus bienes y la pérdida de poder e influencia en la sociedad cubana.
Otros muchos cubanos hemos emigrado y perdido nuestros bienes en Cuba[1] y otros han sido reprimidos en las cárceles del Gobierno cubano. Otros muchos no pueden entrar a Cuba a ver a sus familiares, y no por ello reaccionan de una manera insultante y virulenta frente a la discrepancia con sus puntos de vista.
Si antes del 59, las afrentas mayores eran ser comunista y/o negro, cincuenta años después impedidos de lograr consensos con las mayorías emigradas, las estrategias discursivas se revisten de otras etiquetas para atacar a sus adversarios políticos aunque la palabra “comunista”, “izquierdista” o “cubanólogo” se sigue empleando como el resumen de “las fuerzas del mal” y adjudicándosela a los socialistas democráticos, socialdemócratas, demócratas cristianos, liberales sociales, liberales independentistas, siempre y cuando no se coincida con las posiciones del exilio “duro”.

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