lundi 10 décembre 2012

Deshaciendo mentiras: Carlos Manuel de Céspedes y Perucho Figueredo eran anexionistas


Con motivo del 114 aniversario de la Firma del Tratado de París el próximo 10 de diciembre la asociación Autonomía Concertada para Cuba publicará una serie de textos sacados del blog Cuba Española animado por José Ramón Morales, quien antes de su muerte resumió los artículos más importantes aparecidos en su portal desde su creación. Como pensamos que responden todavía a las principales exigencias de la verdad histórica y que sus objetivos son todavía de plena actualidad, volvemos a reproducirlos tal y como aparecieron en su momento.
Aquí va el quinto.

Así se organizó la pérdida de la soberanía de Cuba en el siglo XIX...

Por José Ramón Morales, EDP.

De Carlos Manuel de Céspedes (El Padre de la Patria) podemos afirmar que tenía ideas anexionistas, en ese escrito que verán abajo, además de que su bandera es la copia de la de Texas. También Perucho Figueredo, quien escribió el Himno Nacional, firmó la carta.
Apenas dos semanas después del alzamiento del 10 de octubre de 1868 los insurrectos enviaran una carta al secretario de estado norteamericano en la que decían como conclusión:
Por eso al acordarnos de que hay en América una nación grande y generosa, a la cual nos ligan importantísimas relaciones de comercio y grandes simpatías por sus sabias instituciones republicanas que nos han de servir de norma para formar las nuestras, no hemos dudado un solo momento en dirigirnos a ella, por conducto de su Ministro de Estado, a fin de que nos preste sus auxilios y nos ayude con su influencia a conquistar nuestra libertad, que no será dudoso ni extraño que después de habernos constituido en nación independiente formemos más tarde y más temprano una parte integrante de tan poderosos Estados, porque los pueblos de América están llamados a formar una sola nación y a ser la admiración y el asombro del mundo entero. [En: Portell Vila, Herminio. Historia de Cuba en sus relaciones con los Estados Unidos y España. Miami: 1969, p. 217].
Encabezando las firmas estaba el futuro Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, Pedro Figueredo, el hombre que le gustaba escribir himnos montado en un caballo y Bartolomé Masó, el mismo que lanzara en 1895 el famoso Grito de Baire.
Meses después (6 de abril de 1869) los representantes camagüeyanos en una carta al recién elegido presidente norteamericano Ulysses Grant le decían:
Parece que la Providencia ha hecho coincidir estos acontecimientos con la exaltación al poder del partido radical que representáis, porque sin el apoyo que de ese partido aguardamos, puestos en lucha los cubanos con un enemigo sanguinario, feroz, desesperado y fuerte, si se consideran nuestros recursos para la guerra, vencerán, sí, que siempre vence el que prefiere la muerte a la servidumbre, pero Cuba quedaría desolada, asesinados nuestros hijos y nuestras mujeres por el infame gobierno que combatimos, y cuando según el deseo bien manifiesto de nuestro pueblo, la estrella solitaria que hoy nos sirve de bandera, fuera a colocarse entre las que resplandecen en la de los Estados Unidos, sería una estrella pálida y sin valor. [En: Portell Vila, Herminio. Historia de Cuba en sus relaciones con los Estados Unidos y España. Miami: 1969, pp. 238-239.]
Tampoco la mayoría del pueblo cubano sabe que éramos españoles de nacimiento desde 1821 cuando nos convertimos en una semi-provincia de ultramar, ni que 1837 ya éramos 6 provincias españolas de ultramar y mucho menos que el 25 de noviembre de 1897 hicieron extensivas las leyes de la península de 1890 hacia Cuba y Puerto Rico, ni que en enero de 1898 se comenzó la Comunidad Autónoma Cubana de España, hasta el 1 de enero de 1899 que EU gano la guerra.
Siempre nos han dicho que éramos colonia, han engañado al pueblo cubano con mentiras y cuando te das cuenta de la manipulación, los historiadores pierden credibilidad y entonces uno se cuestiona todo lo escrito.
No me gustan las mentiras, ni la manipulación.Tengo que ir repitiendo lo mismo en este blog, porque “El Arte de Aprender, es el Arte de Repetir, Repetir, Repetir”.Todo el mundo conoce la Coca Cola, sin embargo se gastan billones de dólares dando el mismo mensaje y por eso se conoce.
Las personas tienen que ir conociendo como hemos sido engañados por la mayoría de los historiadores cubanos.

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