samedi 9 février 2013

Al final del camino

Las personas mayores en Cuba se enfrentan a la dura realidad económica.


LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org.-Alejandro Gilberto Soto Marrero espera de pie y con la vista perdida, junto a la puerta de la que solía ser una casa familiar en los años sesenta. Hoy es un hombre de aproximadamente 67 años, con el cuerpo delgadísimo. Su piel llagada nos muestra el hueso casi al desnudo. Su mente,  pese a la desatención y la penuria, aún se encuentra lúcida.
Su padre español, incitado por deseos de conquista, emigró a Cuba desde su natal Tenerife, a finales del siglo XIX. Su madre era cubana de nacimiento. Ambos fallecieron. Él solo heredó la pobreza.
Según Soto Marrero, hace más de 15 años perdió parte del techo de la casa y comenzaron las filtraciones; el agua acumulada creó un foco de larvas de mosquitos, su hermano y él se quejaron a muchas instituciones. Pedimos ayuda al gobierno de Guanabacoa  -lugar donde vive-, a la Dirección Municipal de Vivienda, al Departamento de Seguridad Social, pero ninguno les dio respuesta.
“Se jubiló con solo 200 pesos, no puede comer ni construir, lo pasa mal económicamente, es uno de los tantos excluidos de esta revolución y solo ha sido comprendido por aquellos que no tienen el dinero para ayudarle”, afirmó Andrés Pérez, opositor y delegado de la Comisión de Ayuda a Presos Políticos y sus Familiares
En la casa reina un clima de tristeza. Su hermano menor, José Sixto Soto Marrero, quien vivía con él, murió el pasado verano.
“Escuché unos gritos que provenían del rincón donde solía dormir mi hermano. Llevábamos varios días sin comer y mi debilidad me impidió ayudarle”. Cuando los gritos cesaron, ya había muerto; según los médicos, de un paro cardíaco. Alejandro Gilberto asegura que su hermano murió de hambre.
En agosto del 2012, Rita María Montes de Oca y su esposo Vladimir Alejo, ambos activistas de Derechos Humanos,  por varios días permanecieron con la boca cosida sin ingerir alimentos, en señal de protesta con el fin de llamar la atención de las instituciones gubernamentales sobre la situación social de Soto Marrero.
“Es nuestro vecino de toda la vida; conocemos el caso y ningún sacrificio es suficiente para ayudar a personas necesitadas como él”, alegó Montes de Oca.
Durante la última reunión celebrada en el Palacio de Convenciones, en un análisis sobre la ejecución de la economía durante el 2012 y sus proyecciones para el 2013, Lina Pedraza, Ministra de Finanzas y Precios, y Oris Silvia Fernández, presidenta del Instituto Nacional de la Vivienda,  afirmaron que se entregarían subsidios para familias de bajos ingresos que necesitan realizar acciones constructivas en sus viviendas.
René Mesa, titular del Ministerio de la Construcción, planteó que el Lineamiento 299 aprobado por el Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, expresa la decisión de entregar subsidios a personas naturales para la compra de materiales de construcción y el pago de mano de obra para iniciar, reparar o rehabilitar viviendas, que la disposición legal entraría en vigor a partir de este 15 de enero.
El no tener un refrigerador, un televisor y un colchón, pone de manifiesto la miseria de algunos cubanos fatigados de trabajar durante toda la vida.

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