vendredi 19 septembre 2014

Catorce llaves para los candados que deprimen la economía

PEDRO CAMPOS | La Habana | DDC

Crece poquísimo el PIB y son de récord las cifras de quienes emigran arriesgando su vida. ¿Qué habría que hacer si de veras se quiere estimular la economía en Cuba?

El bajísimo crecimiento del PIB (0,6 %) en el primer semestre de este año, reconocido por el Gobierno, ha evidenciado la insuficiencia de las medidas de la "actualización" para estimular la economía y ha generado un aumento de las críticas entre los economistas del patio.

Paralelamente, es espeluznante la cantidad de cubanos que se van a EEUU vía México o arriesgando sus vidas en el Estrecho de La Florida. Según datos del Servicio de Migración de EEUU, en los últimos 12 meses 14.000 cubanos han cruzado la frontera por México y 2.000 han sido interceptados en alta mar por guardacostas norteamericano. Cifras récord en el último lustro.

Estos elementos, unidos al envejecimiento y disminución de la población, deben ser suficientes para que todos los interesados en hacer avanzar la economía cubana, especialmente los responsables de "conducirla", piensen en la necesidad de implementar otras medidas. Haciendo lo mismo, no puede haber resultados diferentes.

El presidente Raúl Castro, los directivos de la "actualización" y muchos economistas cubanos han reconocido la necesidad de liberar las fuerzas productivas. Si se hiciera una encuesta, probablemente la gran mayoría de los ciudadanos, también. ¿Entonces, a qué se espera?

Pero una real  liberación de las fuerzas productivas implica libertad de comercio en su más amplio sentido, algo que la burocracia  no acepta porque afectaría su control sobre el mercado, como evidenciaron los últimos dictados de la Aduana, encaminados a preservar el monopolio estatal-militar de la compraventa de ropas, calzados y equipos electrodomésticos.

Estas propuestas que hago son una contribución al debate actual sobre los pobres resultados económicos alcanzados en este año. En caso de aplicarse integralmente, estarían dirigidas a fomentar la producción, aumentar la presencia de artículos de amplio consumo en el mercado nacional, liberar el intercambio entre las distintas formas de producción existentes, estimular la circulación monetaria, mejorar el poder adquisitivo  de la moneda nacional y la capacidad de compra de los ciudadanos, bajar los precios y acercar la economía al control de los de abajo.

Estas son catorce llaves para abrir los candados que actualmente mantienen encerradas las fuerzas productivas y deprimen la economía cubana.

1. Liberación del comercio interno de todas las trabas actuales, los controles y precios de Acopio y demás entidades burocráticas. Que el queso de Camagüey se venda libremente en La Habana y que se permita todo tipo de establecimiento de venta de productos agrícolas, industriales, artesanales y de servicios, solo con el pago mínimo de impuestos. Los precios deben responder todos a acuerdos entre vendedores y compradores.

2. Liberación de todas las trabas al mercado externo, de manera que todo el cubano que desee importar o exportar algún producto, sea con fines de consumo o mercantil, pueda realizar esas operaciones con un mínimo de controles y pago de impuestos.

3. Modificar la actual política impositiva que restringe la expansión del cuentapropismo y reducir la carga solamente a las utilidades y no a los ingresos como se hace actualmente.

4. Liberar todo el trabajo por cuenta propia para todos los profesionales incluidos médicos, arquitectos, ingenieros, etc.

5. Liberar la creación de cooperativas autónomas de todo tipo y eliminarles los permisos burocráticos y los impuestos por los primeros tres años. Las cooperativas solo deberían presentar una carta de constitución, con los datos básicos sobre capital, miembros y aceptación de los principios internacionales del cooperativismo.

6. Posibilitar que organismos internacionales realicen préstamos directos y faciliten maquinarias y equipos a las cooperativas, partiendo del principio de que el cooperativismo es el alma del socialismo.

7. Entregar las empresas estatales a la autogestión de los trabajadores, con plena autonomía para comprar, vender y recibir créditos, de manera que sean los colectivos laborales los que elijan las administraciones, organicen y controlen la gestión y distribuyan una parte de las ganancias entre sus miembros, luego de separar la parte correspondiente a la reproducción ampliada y los pagos de impuestos.

8. Entregar en propiedad, o por medio de un crédito a pagar por plazos, las tierras dadas en usufructo a los nuevos pequeños campesinos, de manera que sientan seguridad a largo plazo para las inversiones que deben hacer en viviendas, almacenes, regadíos, mejoramiento de tierras, compra de maquinarias, etc., y eliminar la obligatoriedad de incorporarse a una "cooperativa de créditos y servicios", en verdad un mecanismo estatal para controlarles las siembras y ventas de sus productos.

9. Establecer regulaciones para las empresas privadas que explotan trabajo asalariado, a fin de garantizar los derechos de los trabajadores, como la participación de los mismos en parte de las ganancias además de los salarios mensuales, contratos colectivos de trabajo, creación de sindicatos libres para defender sus derechos, pago de seguridad social, descanso retribuido, jornadas semanales de 40 horas, pagos de horas extras, transporte y comedores obreros a bajos precios y otros que precisen los trabajadores.

10. Libertad para anunciar productos, buscar clientes y fuentes de materias primas, dentro y fuera del país, lo que demanda una internet de amplio acceso y libertad para la prensa comercial.

11. Acabar de eliminar la doble moneda y establecer tasas de cambios más móviles del peso cubano con relación a las divisas internacionales.

12. El Estado no debe administrar empresas, salvo la de servicios básicos de agua y electricidad, cuyas entidades deben pagar a sus trabajadores una parte de las ganancias, además de estipendios mensuales. Los ingresos del Estado, la provincia y el municipio deben provenir de los impuestos que serán administrados transparentemente a todos los niveles bajo control de los órganos de poder popular y rendiciones de cuentas periódicas a sus correspondientes ciudadanos.

13. La salud y la educación se mantendrían subsidiadas por el Estado, garantizando salud y educación para todos; pero se permitiría a los trabajadores de la salud crear clínicas mutuales propias, autónomas, administradas por el colectivo médico y poner consultorios particulares hasta para realizar cirugías menores. Grupos de maestros podrían también crear escuelas de patronato administrado por el claustro de profesores que, además de llevar el plan general de educación aprobado por de MINED, incorporen otros tipos de enseñanzas complementarias o especializadas. Clínicas mutuales y escuelas particulares cobrarían por sus servicios a sus clientes de acuerdo mutuo y pagarían impuestos sobre sus ganancias.

14. Municipalización de la administración pública y de los poderes actualmente concentrados en el Estado, con una real descentralización que vaya desde el control de los impuestos, creación y administración de presupuesto, hasta el control sobre los órganos policiacos locales, administración de justicia y demás controles estrictamente necesarios para el desenvolvimiento autónomo a nivel comunitario.

Estas y otras medidas encaminadas a destrabar la economía, socializarla y acercarla más al control ciudadano y con miras a la democratizar de la sociedad, como la libertad de expresión y asociación, la separación de los poderes, la elección directa y democrática de todos los cargos públicos, deberían tomarse sin mucha dilación para evitar males peores. Además se hace impostergable el amplio debate democrático nacional, que abra el camino a una nueva constituyente, cada día más necesaria.

¿Y el bloqueo-embargo norteamericano? Ya se han explicado sus implicaciones directas e indirectas en todo este estancamiento, pero como suspenderlo no depende de nosotros los cubanos, lo mejor es concentrarnos en romper el que sí podemos eliminar, el bloqueo interno que obstaculiza el desenvolvimiento de la economía popular. Quizás sin este bloqueo interno, el otro se caiga por su propio peso.

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